jueves, 15 de julio de 2010

SIN RUMBO...




Todos tenemos un rumbo,
vamos hacia alguna parte.

¿cómo hacemos cuando ese
lugar al cual vamos se derrumba,
desaparece, se esfuma?

¿cómo hago para recuperar mi rumbo?
¿porqué ya no me interesan cosas que
antes si?

¿porqué ahora hago lo que nunca hubiese hecho?
¿está bien, está mal? no lo sé...

Lo que antes veía muy mal,
ahora forma parte de lo cotidiano...
¿cambié, la gente cambia?

Siempre creí que la gente NO CAMBIABA,
y que tampoco exitía la amistad
entre el hombre y la mujer....

Pero sí, la gente cambia, ni para bien
ni para mal...si bien su escencia permanece,
la gente evoluciona, abre su mente,
modifica su manera de actuar en base
a las circunstancias en las cuales nos va
ubicando la vida.

La amistad entre el hombre y
la mujer sí existe, y es verdadera,
hasta que alguno mire al otro con ojos de amor....

La vida nos va llevando por
caminos y senderos que nunca imaginamos
que íbamos a transitar,
nos lleva por su propio rumbo,
el cual mucha veces no coincide con el nuestro.

Y de esta manera vamos descubriendo,
cambiando, aprendiendo.
Y aunque querramos aferrarnos a nuestro
rumbo estructurado, la vida
nos sorprende y sus vueltas son
tan largas, y están tan entrecruzadas
y entremezcladas....

Que nos damos cuenta que no hay
rumbo cierto, sino el de dejarse llevar,el
de ir transcurriendo, y viviendo el día a día...
Dejando que ocurra lo impredecible,
lo indescifrable, lo que rompe con la rutina.

Todo pasa porque tiene que pasar....
Aunque muchas veces sintamos que
perdimos el rumbo, ésto es lo que hay
que atravezar hoy, para evolucionar,
cambiar, crecer, aprender, abrir nuestra cabeza,
y nuestro corazón...para que lleguemos a ser
las mujeres y los hombres que somos,
porque nuestro rumbo recién está comenzando....


Ludmila Forni.

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