sábado, 24 de agosto de 2013

BUSCANDO...


No sé si tendrá que ver con la edad, con la adultez o la madurez. Hoy estoy un poco conflictuada, descontenta o desorientada.... Hoy estoy sentada sólo conmigo, hoy estoy en la búsqueda ¿en la búsqueda de qué? En la búsqueda de lo que quiero para mí, de la  mujer que soy, en la búsqueda de mi deseo, de la felicidad, de mi camino, en la búsqueda de un futuro y es aquí donde empieza todo. ¿Quién Soy? ¿Cómo Soy? ¿Soy cómo me ven...o cómo realmente soy?  ¿Soy lo que quiero ser?
Sólo sé que soy impulsiva e imaginativa, confiada y  sencible, celosa y apasionada, posesiva y dulce, frágil e inteligente, nerviosa y generosa, orgullosa y espontánea, caprichosa y entusiasta, odiosa y fresca, infantil y divertida, colgada y compañera, cabeza dura y fiel, cerrada y perseverante, insistente y luchadora, despistada y transgresora, trabajadora y de gran temperamento, necia y emprendedora, peleadora y frontal, insegura y sincera, cargosa y creativa, atolondrada y responsable, rebelde e innovadora, anciosa e independiente, apurada y bella, poco relajada y positiva, reiterativa y soñadora, alegre y de poco tacto, capaz, arrebatada e idealista. Hoy estoy sentada sólo conmigo, y digo esto soy yo, todo esto, soy lo bueno, soy lo malo, soy lo que quiero, soy lo que puedo, soy lo que deseo y lo que busco, lo que hago y lo que digo, lo que demuestro y lo que siento.
Hoy me siento frente a mí, porque hay muchas cosas que no me gustan, que quiero cambiar y que tengo la capacidad para hacerlo. Siempre soñé desde pequeña con actuar y modelar, con ser famosa y estar en la TV, pero en el momento que tuve que patear el tablero y jugármela por eso, no lo hice.Porque tenía un novio de muchos años, una carrera a la mitad y un trabajo tranquilo, porque preferí buscar excusas, quedarme en la comodidad, antes que salir al mundo y jugármela por lo que siempre soñé. Tuve miedo, fui cómoda, y seguí con lo más fácil, la rutina y lo seguro, y también, con la duda de que hubiese pasado si hubiese ido a esa entrevista y a vivir a Buenos Aires. Creo que cada uno está en el lugar y en el momento exacto siempre, donde tiene que estar... todo es perfecto, pero también aprendí que las oportunidades se dan sólo una vez, el tren pasa... y uno lo toma o lo deja, después pueden pasar muchos otros trenes, pero ese mismo jamás.También aprendí, que uno no tiene que dejar de hacer lo que le apasiona por nada ni por nadie, yo hoy no tengo ese mismo novio, ni ese mismo trabajo y ni siquiera tengo terminada mi carrera.....
La vida nos va llevando por distintos caminos, por diferentes senderos, y con cada cosa vamos aprendiendo. Si hoy me preguntaran si me gusta lo que hago....trato de disfrutar, (aunque como describí arriba me cuesta relajarme, dejarme llevar, y disfrutar de cada logro, ya que siempre quiero conquistar algo nuevo, olvidando detenerme en lo que recién terminaba de lograr) entonces corro, nado, me tiro en el parque a mirar a los enamorados, los perritos, los viejitos, salgo en mi bici rosa, como frutillas con crema, miro pelis en la cama, paso horas en la bañera, estudio, aprendo, leo, paseo en mi auto, escribo, pinto, bailo, viajo, me encanta hacer lo que me hace bien, y me gusta.
A veces reniego un poco de mi trabajo, me dio la posibilidad de progresar económicamente e independizarme y también, por él, me he perdido de disfrutar muchos momentos, ya que paso gran parte de mi tiempo allí. Me permitió viajar, tener mi coche, mi independencia, vivir dignamente, pero por sobre todo algo y lo más importante, me permitió adquirir experiencia, Es una empresa muy grande entonces conocí todo tipo de gente, gente muy buena, gente que quiere hacer carrera allí, gente que quiere pisarte la cabeza, gente que ese trabajo es su vida, gente que te enseña, gente que lo utiliza de medio para un fin, gente que sólo se queja pero no hace nada para cambiar la situación, absolutamente toda clase de personas.Y lo más importante es que aprendí muchísimo. Con errores y aciertos, me desempeñé bien, me costó adaptarme porque soy muy rebelde y no me callo nunca, pero por otro lado estoy orgullosa, porque siempre mantuve mi postura, no cambié, es decir, me adapté pero no me acomodé, nunca tuve miedo de decir lo que creo que es justo  o correcto, porque no mentí, ni me mentí, porque soy así, acá, allá y en todas partes. Porque no me acomodé ni me voy a acomodar, porque no quiero. Porque quiero cambiar y si esta vez el cambio no llega, voy a patear el tablero, porque ahora sí sé lo que quiero, porque ya no tengo miedo, y no voy a dejar que el tren se me vaya con mis sueños arriba. Porque no puedo cambiar mi esencia , porque quiero otra cosa para mí. Porque tampoco me acomodo a esta sociedad de mierda individualista en la que vivimos, en la que corremos todo el tiempo, en la que la mujer está regalada; me gusta tener un lugar en la sociedad y que la mujer sea independiente, pero no me gusta que las mujeres estén regaladas, que no se hagan valer y que no se den el lugar que les corresponde, en donde la casa de la mujer es el hotel porque los hombres siguen viviendo con los papás, o que haya una salida y se pague a medias, en donde se está con la gente por estar, en la que no hay compromiso con nada y por nada. No me acomodo a esta sociedad ni a esta juventud, no me acomodo a las drogas, ni al ritmo ni la vorágine en la que vivimos, no quiero eso para mí.
Soy una mujer y valgo, valgo mucho. Trabajo y soy independiente, puedo jugar al fútbol y hacer un pollo con crema; puedo valerme por mí misma, viajar, vivir sola, pintar una mesa, manejar un auto, bailar una coreografía, ir a la cancha y pintar un cuadro, PERO NO ME ACOMODO, SOY DISTINTA, me gusta que me inviten, me gusta que me seduzcan, me gusta ser mujer, ser femenina y darme el lugar como tal, me gusta que me pasen a buscar y que me cuiden, me gusta que sean independientes y que ocupen el lugar de hombre, que tomen las riendas de la situación , que decidan, que me den seguridad, que sepan llevar a una mujer.
Eso es lo que quiero para mí a los 26 años, una profesión, un trabajo tranquilo que me permita disfrutar y un hombre que cumpla el papel como tal, que tenga actitud , pero por sobre todo... que tampoco se acomode.

Ludmila Forni.